(G142) La Candela Restò (Madrid)


En el último viaje a Madrid decidimos probar una cocina transgresora, casi salvaje. Se trata de La Candela Restò, Calle Amnistía, 10. Al mando del proyecto está el cocinero Samy Alí que ha transitado por fogones y cocinas de Shanghai, Londres, Sudán, Irún, Barcelona…

Se trata de un viaje de lo gastronómico a la experiencia, del producto a lo sensorial, de aquí y ahora a otros mundos y otros tiempos. El único secreto del viaje consiste en dejarse llevar. Disponen de tres menús: el corto, medio o largo, según el apetito, y que se puede decidir sobre la marcha. Nosotros escogimos el medio.



1.- Encurtidos y fermentos (foto). De puerro, tomate, okra africana y Kimchoe (col fermentada). Van de más suave a mas fuerte. Curiosos y originales, nada más.



2.- Craks (foto). Se trata de unos snacks (alga nori, cangrejo moro, camarón y patata brava) acompañados de brandada de bacalao. Ricos y diferentes.



3.- Una Rama (foto) donde sirven tres pequeños entrantes. Huitlacoche con cilantro. Un cucurucho de pesto de albahaca y tomate seco. Una albóndiga de rabo de toro con salsa Teriyaki. Los platos empiezan a subir enteros.



4.- Falsa lima, ostra wasabeada con hoja de Begoña (foto). Plato ácido y electrizante que no gustó a todos los comensales.



5.- Pez mantequilla ahumado (foto), espolvoreado con nuez de macadamia, ajo negro y humo de madera de naranjo. Rico.



6.- Caldo de la yaya (foto). Caldo de cocido madrileño con panceta de Figueras y un huevo de codorniz sobre una base de bao fermentada. Plato excelente.



7.- Salmón a la brasa de tomillo con flores de Begoña y salsa Teriyaki (foto). Sabroso y agradable de ver.



8.- El susto del chipirón (foto). Chipirón con curry rojo y tinta de calamar relleno de chorizo del Bierzo con leche de coco. Bueno y estéticamente perfecto.



9.- Rollito de no primavera (foto). Tendones, morro y pata de vaca con salsa picante. Se trata de un concepto chino pero de sabor castizo. Muy bueno. Servido sobre un disco de vinilo de 33 revoluciones de Manolo Escobar.



10.- Ternera de buey wagyu con salsa Teriyaki y nabo encurtido (foto). Carne gustosa y melosa.



11.- Brownie de mole poblano (foto). Se trata de un meloso de manitas de cerdo con almendra e hinojo. Diferente y raro. Plato fallido ya que no aporta nada al paladar. Aunque la cajita de presentación era preciosa.



12.- Candi eléctrico (foto). Ginebra Seagrams, pimienta de timut, y flor eléctrica (que tiene propiedades anestésicas). Se trata de una ruptura con los platos principales y da inicio a los postres.



13.- Helado de mouse de aguacate, cilantro y vainilla. Helado de coco blanco y lima (foto). Buenos, refrescantes y originales.



14.- Versión del té con pastas (foto). Cremoso de té chai, con naranja kumquat y piñones. Otra preciosa cajita de presentación y muy rico el contenido.



15.- Bizcocho sudanés (foto). Relleno de bechamel de mantequilla y vainilla. Exquisito y delicado. Tal vez el mejor postre.



16.- Los entretenimientos finales (foto) que acompañaron el café y las infusiones. Chocolate blanco con albahaca. Gominola de naranja. Bombón de chocolate. Macarones de regaliz con coco y Centro de donuts. Se trata de unos petites fours muy conseguidos.

Para beber un agua mineral y dos copas de los siguientes vinos. De Las moradas de San Martín un Albillo Real 2016. Es una uva de la comunidad de Madrid cultivada a 900 metros de altitud. En nariz es un vino fuerte y áspero y en boca suave, etéreo, prácticamente sin cuerpo. Tinita Viñas de Verdejo 2016. Es un vino blanco elaborado por la bodega Soto y Manrique, en Villaverde de Medina, D.O. Rueda. Es un vino cremoso, fresco y directo. Muy varietal y con ligeras notas tostadas. Con los postres pedimos un vino dulce: El Sequé Dulce, hecho con una uva monastrell de Alicante de las Bodegas Artadi. Vino delicioso que nos proporcionó sensaciones dulces, tánicas y frutales en gran equilibrio.

La Candela Restò es un restaurante de lo más innovador y sugerente. Su cocina es silvestre, sin domesticar, sin corsés, sin normas, la mayoría de los platos se comen con las manos. ¿Cocina salvaje? Su objetivo es buscar el sabor de una experiencia. Sin embargo a mi entender abusan de la repetición de algunos sabores como la omnipresente salsa Teriyaki, el polvo de coco o el cilantro.

Relacionándolo con el plato número ocho llega “el susto del comensal”. Precio del Menú 85 euros por persona + bebidas. Fecha de la visita el 7 de diciembre de 2017.

PUNTUACIÓN: 7,5

Comentarios

Entradas populares de este blog

(L56) Las afinidades electivas (1809)

(L111) El mundo de ayer. Memorias de un europeo (1942)

Manuel Vilas, El autor y su obra: La literatura y la vida (2019)